GARABANDAL, CONTACTO DIVINO O POSESION DIABOLICA?
Pocos son los que hoy en día se acuerdan de las apariciones de Garabandal en nuestro país, pero muchos, muchísimas personas venidas incluso del extranjero fueron las que en aquellas tardes de principios de la década de los 60 se acercaban hasta este lugar en busca de un contacto divino, de la mano de cuatro jovencitas, cuatro niñas cuyo destino ha quedado marcado, como el de todas las personas del pueblo por los siglos de los siglos.
Y no es exagerar, basta con acercarse al lugar y ver para creer.
Finalizando la ruta que me propuse en 2014 recorriendo varios lugares mágicos de España y Francia, decidí hacer un alto en el camino, o mejor dicho, decidí hacer una ruta alternativa de retorno a casa y finalizar la ruta en Garabandal poniendo la guinda al pastel, después de 4000 kilómetros de carretera en una semana vertiginosa.
Pero mi propósito iba algo más allá que el de una mera visita al lugar. Aprovechando las circunstancias del viaje y el horario de la ruta en sí, decidí hacer noche en el lugar, y no me refiero a buscar un alojamiento en el que poder descansar, si no en el mismo lugar de los hechos, frente a los árboles de las apariciones.
Y así lo hice, cuando marcaban las 00:00 de la noche de aquel 03 de noviembre abandone las autopistas para introducirme en un entramado de carreteras comarcales en busca de mi destino. Un interminable laberinto que cruzaba un sin fin de pueblos tenuemente iluminados sin rastro de vida aparente, pues en las frías noches de noviembre, mejor se está al calor de una buena lumbre que deambulando por estos pagos.
Una vez llegue a Cosío tome el desvío que debía llevarme hasta Garabandal. La serpenteante carretera iba sumergiéndose en un estremecedor mar de oscuridad flanqueado por altas montañas, en una noche negra como el tizón y con el cielo totalmente encapotado. De no ser por las luces de mi coche hubiese pensado que me hallaba en una gigantesca caverna totalmente a oscuras, a la vista nada, ni una luz, oscuridad total y absoluta.
El reloj marcó la 01:00 de la madrugada y justo en ese momento, como salido de la nada, como ese animal que de repente se te cruza en la carretera, las farolas y un cartel me anunciaban que había llegado. No había lugar a pérdida, la carretera, consciente de la imposibilidad de seguir más allá, finaliza en Garabandal, y es lógico. San Sebastián de Garabandal se encuentra sumergido en lo más profundo de las montañas cántabras rodeado del Valle del Nansa, el Valle de Cabuérniga y la Peña Sagra. De noche, o por lo menos esa noche, más parecía que me estaba sumergiendo en las profundidades terrestres que dirigiéndome hacia un pueblo de montaña.
El pueblo es pequeño, muy pequeño, algunas de sus calles son tan estrechas que son intransitables con el coche. De noche da la impresión de ser un pueblo fantasma. Sus casas viejas y de piedra desgastada dan al entorno un aspecto tenebroso, cuasi terrorífico, y hace que uno se piense dos veces el quedarse allí deambulando por la noche. Localicé la subida al lugar de “Los Pinos” y justo al llegar, hizo aparición una intensa lluvia. Tocaba esperar. Era un buen momento para descansar del viaje, así pues, recosté el asiento del coche y aproveché para coger uno de mis libros de ruta y refrescar la memoria sobre lo acontecido en este lugar.
En la calurosa tarde del domingo 18 de junio de 1961, cuatro jovencitas, Mari Loli Mazón, Mari Cruz González, Jacinta González y Conchita González -sin parentesco alguno- paseaban risueñas por las callejuelas hacia las afueras del pueblo. Cuatro inocentes niñas cuyo destino estaba a punto de cambiar para siempre. Dando los últimos pasos hacia un empedrado sendero que sale del pueblo ascendiendo por la montaña, algo hizo que las cuatro muchachas se quedasen paralizadas. Frente a ellas, tras un fuerte estruendo seguido de una luz cegadora se mostraba una forma divina, un ser alado, no era otro que el arcángel San Miguel.
Al día siguiente, mismo sitio, misma hora las niñas intrigadas por lo acontecido el día anterior y con ese cosquilleo que produce lo desconocido, acudieron al lugar para repetir experiencia, pero en esta ocasión nada pasó, no hubo visión ni aparición divina.
Solo dos días más tarde la escena volvió a repetirse, de nuevo el arcángel San Miguel se presentó ante ellas y así sucedió en varias ocasiones más para anunciarlas que el 2 de Julio recibirían la visita de la Santísima Virgen. Mientras, el miedo y la incertidumbre empezaban a apoderarse de las gentes del pueblo. Nadie entendía muy bien qué pasaba. El extraño fenómeno solo era contemplado por las cuatro jovencitas, el resto de personas debían conformarse con ver a las cuatro muchachas en estado de éxtasis hablándole a la nada con sus miradas perdidas, impávidas, sin ni siquiera pestañear.
Las dudas entre los aldeanos dieron pie a que los más escépticos vieran en el hecho una gamberrada, un juego de niñas. Otros más supersticiosos, ante la rigidez y las posturas que adoptaban las niñas, pensaron que se trataba de una posesión diabólica que no auguraba nada bueno. Los más fieles, aquellos que nunca pierden la fe, pronto comprendieron que se trataba de un contacto divino, una de las denominadas apariciones Marianas y la noticia corrió como la pólvora.
Así, la tarde del 2 de julio, el día que anunció el arcángel San Miguel, el pueblo se vio sorprendido por una avalancha de gentes llegadas de los pueblos de los alrededores que querían ser testigos de aquel milagro. La visita no fue en vano, una procesión multitudinaria acompañaba a las cuatro niñas en su periplo por el empedrado camino que las llevaba hasta “El Cuadro” como denominaron al santo lugar.
Pronto apareció la rigidez en las niñas que esta vez, fue más intensa si cabe, sus rostros se llenaron de una felicidad infinita con una mirada lúcida y con los ojos abiertos como platos. A la rigidez le siguieron convulsiones y se mostraban ajenas a todo cuanto las rodeaba. Nada ni nadie podía sacarlas de su éxtasis. Ese día, la Virgen del Carmen acompañada de dos ángeles se hizo presente ante las cuatro jovencitas y ante la mirada atónita de todos cuantos allí se acercaron, sin poder evitar ese escalofrío que produce lo misterioso, lo incomprensible y sobre todo, el pensar, para muchos, que podrían estar junto a la Virgen aunque no tuvieran la gracia de poder verla.
A partir de ese instante, San Sebastián de Garabandal se convirtió en lugar de peregrinaje para miles de personas llegadas de todas las regiones del país y parte del extranjero. Mientras, las apariciones se iban sucediendo de forma impredecible y en días aleatorios. No se sabía qué día o en qué momento podía tener lugar una nueva aparición.
Las autoridades eclesiásticas se hicieron eco de lo que sucedía en Garabandal y tuvieron que tomar cartas en el asunto. El Obispado de Santander mandó al sacerdote Ramón Andreu realizar un informe sobre lo que estaba sucediendo en el lugar. Muchas eran las voces que comparaban el caso Garabandal con las apariciones Marianas de Lourdes o Fátima.
En la mañana del 27 de julio un ángel anuncia a las cuatro jovencitas que a las 8 de la tarde serán visitadas de nuevo por el arcángel San Miguel. Y así fue, la aparición en esta ocasión se prolongó por espacio de 85 minutos, tiempo en el que las niñas protagonizaron hechos tan insólitos como incomprensibles para los presentes. Los cuerpos rígidos de las cuatro jóvenes permanecieron tumbados sobre el empedrado suelo sin que nadie ni nada pudiese moverlos. Se ha llegado a hablar de levitaciones y también se dice que las niñas, o alguna de ellas, eran capaces de ascender y descender a gran velocidad por el empedrado camino, con las órbitas de los ojos en blanco y… de rodillas!!!
El 8 de octubre Garabandal recibe la visita de más de 5000 personas. El pueblo es una auténtica romería de peregrinos que se agolpan por los senderos y por la falda de la montaña contagiados por la magia del lugar. Se suceden los rezos, cánticos y letanías por todos los rincones. La sugestión causa en más de uno visiones y hasta curaciones milagrosas.
El 18 de Octubre de 1961 las cuatro niñas reciben un mensaje que han de transmitir al mundo:
“Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia y tenemos que visitar mucho al santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos y si no lo hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo.”
El Obispo de Santander recibe los primeros informes sobre el asunto de Garabandal en el que, aparte de recoger un gran número de testimonios, el padre Andreu detallaba:
“…Durante los éxtasis se ha intentado alterar el estado de las niñas mediante golpes, cortes e incluso quemaduras a las que las niñas permanecían ajenas en todo momento, al pasar una luz por sus ojos estos ni se han inmutado, no han parpadeado y sus pupilas no han mostrado ningún tipo de alteración…”
El padre José Warszawski, gran conocedor de los casos de apariciones Marianas recogió el increíble testimonio de un campesino de la aldea en el que aseguraba que, durante uno de los éxtasis, cuando las niñas permanecían tumbadas, pasó la mano por debajo de conchita y un escalofrío recorrió todo su cuerpo al comprobar incrédulo cómo el cuerpo de la muchacha… no tocaba el suelo!!!.
A pesar de todo lo sucedido, el Obispado nunca consideró el asunto de Garabandal como una auténtica aparición Mariana, llegando incluso a prohibir el culto en el lugar y prohibiendo además acudir o realizar cualquier tipo de culto a curas, monjas y creyentes en particular.
El tiempo pasó y el asunto de Garabandal se fue enfriando, hasta que el 18 de Junio de 1965 la pequeña Conchita recibe un nuevo mensaje de la virgen cuyo destinatario no era otro que el mismísimo Papa. Y así se lo hizo llegar unos meses más tarde, en 1966 cuando, tras permanecer más de dos horas declarando ante el Tribunal de la Congregación de la fe, Conchita fue recibida por el Sumo Pontífice Pablo VI a quien transmitió el segundo mensaje:
“Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los cardenales, obispos y sacerdotes van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas. A la eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos, si le pedís perdón con vuestras almas sinceras, el os perdonará. Yo, vuestra madre, por intercesión del Arcángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos, os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más, pensad en la pasión de Jesús.”
Llama poderosamente la atención el lenguaje del mensaje y sobre todo el tono amenazante del mismo. Hay quien vio relación entre estas amenazas y la muerte de monseñor Puchol quien falleció tras estrellarse con su vehículo de una forma un tanto extraña. Y no fue el único, pues parece ser que posteriormente se sucedieron las muertes de obispos en extrañas circunstancias, aunque esto último no está constatado.
Otra muerte significativa fue la del padre Luis María Andreu quien, en una de las tardes de romería, después de rezar el rosario en la iglesia, acompañó junto con la muchedumbre a las cuatro niñas en su periplo visionario. Las niñas no se detuvieron en el lugar habitual, “El Cuadro”, si no que continuaron ascendiendo por la colina hasta llegar al lugar hoy conocido como “Los Pinos”. En esta ocasión entre las conversaciones entre las niñas y la virgen, Mari Loli hablo de que en ese lugar habría de construirse una capilla en honor de San Miguel Arcángel. Por otro lado Conchita le pidió a la virgen una prueba de sus apariciones diciéndole “Madre como no damos ninguna prueba la gente no cree” en ese instante el padre Luis comenzó a gritar ¡MILAGRO! ¡MILAGRO! arrodillándose junto a las cuatro niñas, por su frente comenzaron a caer abundantes gotas de sudor, la Virgen se dirigió a las niñas diciéndolas que el padre Luis ahora también podía verla a ella y esta, dirigiendo su mirada hacia el párroco le dijo, “muy pronto estarás conmigo”. El padre Luis murió esa misma noche según se conoce, de forma natural.
Pero más allá de estos hechos insólitos, lo más preocupante es el mensaje que la Virgen reveló a Conchita y que a día de hoy esta sigue sin desvelar, la fecha del juicio final. Una gran purificación universal de origen divino. La Virgen anunció un gran milagro para ayudar al mundo a convertirse y este milagro tendrá lugar en Garabandal, en el lugar de “Los Pinos”. La fecha de este milagro será anunciada por Conchita con ocho días de antelación y el milagro será presenciado desde todos aquellos lugares desde donde se vea el pueblo. Este milagro tendrá lugar un jueves coincidiendo con un gran acontecimiento para la iglesia.
Tras este milagro, en este lugar quedará una señal permanente, visible, como muestra de la existencia de Dios y su amor inmenso hacia la Humanidad. No obstante, si tras este milagro, si aún quedando en el lugar esta señal, esta prueba de su existencia y de su poder celestial el mundo no cambia, si no escuchamos los mensajes de la Santa Madre, vendrá un castigo horrible, tan horrible que es imposible describir…
Este seria a groso modo el resumen de lo que ocurrió en este lugar, una historia increíble con un final incierto pues seguimos a la espera de ese acontecimiento final que ha de anunciarnos Conchita, a la que por cierto, intente localizar en Garabandal con el fin de conocerla y charlar un rato sobre lo acontecido y me fue imposible, pues al parecer, la presión social, las continuas visitas, entrevistas y las dudas que a ella misma la generaron los hechos y su autenticidad en sí, decidió trasladarse a Nueva York en busca de una vida más tranquila en el anonimato.
Después de recordar los acontecimientos que aquí se sucedieron me doy cuenta de que la lluvia que comenzó a mi llegada al pueblo ha cesado, y no solo eso, la oscuridad del lugar a dado paso a una luz blanca que de repente lo ilumina todo, el cielo se ha despejado apareciendo como por arte de magia la luna llena. Sin duda es buen momento para salir del coche y acercarme al lugar de los hechos.
GARABANDAL EN LA ACTUALIDAD
San Sebastián de Garabandal es mucho más que un pueblo en el que un día tuvieron lugar unos hechos extraordinarios. Su huella y sobre todo su día a día han quedado transformados desde aquellos acontecimientos. Los rezos y los cánticos son continuos y la sensación de estar en un lugar sagrado, divino diría yo es palpable hasta para los más escépticos. Garabandal se ha convertido en todo un referente a nivel mundial en cuanto a lugares de peregrinaje se refiere, sobre todo fuera de las fronteras españolas pues muchas son las agencias de viajes que incluyen a Garabandal dentro de las rutas de peregrinaje junto a Fátima y Lourdes. Dicho esto voy a hacer un recorrido por todo el entorno mostrando los lugares donde ocurrieron los hechos y en lo que se ha transformado hoy este recóndito lugar.
Después de abrir el cerrojo de la puerta de la valla de madera que acota el recinto de los pinos, un pequeño sendero cementado me guía hasta la pequeña arboleda. El silencio y la oscuridad de la noche iluminada ahora por la luna llena le hacen a uno estremecerse y por qué no decirlo, acongojarse. Sin duda la magia del lugar era palpable pues el aire arrastraba un cierto olor a cera.
Di un pequeño rodeo a la zona de los árboles observando los cirios y flores que adornan algunos de ellos. Sobre uno de los árboles cuelga una imagen del arcángel San miguel y de otro la imagen de la Virgen Del Carmen, y es ahí donde me detuve. Allí permanecí un largo tiempo observando aquella pequeña talla, en silencio. La sugestión era tan grande que por un momento creí ver iluminada la cara de la virgen y hasta llegué a pensar que esta podría llegar a hablarme. Pero nada de eso pasó, hasta que la luz del amanecer hizo acto de presencia, momento que aproveché para recorrer todo el lugar y hacer el reportaje fotográfico que aquí muestro.
Ya con la luz del día hice un pequeño recorrido por las calles del pueblo observando y fotografiando algunas de sus preciosas casas de piedra, muchas están semiderruidas y otras en venta. Las antiguas escuelas se han reformado para convertirse en el “Centro de Información y Atención al Peregrino” y gracias a las indicaciones que me dio “a grosso modo” la persona que atiende este centro -digo a grosso modo porque curiosamente este hombre solo sabe hablar en ingles- pude conocer la localización de las casas de tres de las niñas.
En la plaza donde se encuentra el Centro de Información y una tienda de artículos religiosos se halla la iglesia de Garabandal. El pequeño templo del siglo XVII ha sido recientemente restaurado, siendo reinaugurado el 7 de mayo de 2012. En su interior ya desde muy temprano, los fieles se arrodillan para realizar sus rezos y hacer sus peticiones a la Santísima en el más absoluto silencio.
Tras la visita a la iglesia dirijo mis pasos hacia el camino empedrado, el sendero que asciende por la montaña donde tuvo lugar la primera aparición y que recorre los lugares donde sucedieron la mayoría de los acontecimientos.
Así pues inicie el ascenso por el estrecho sendero donde lo primero que me encontré fue un mosaico con la imagen insistente del Arcángel San Miguel y una placa señalando que ese fue el lugar donde se dio la primera aparición. Junto a esta imagen y dentro de la finca particular que se encuentra justo al lado una joven amenizaba el momento tocando un violín. Un poco más adelante otro mosaico con la imagen de la Virgen nos indica que en ese lugar fue donde se apareció por primera vez la Santísima. Unos metros mas arriba encuentro el primer paso de un vía crucis que se ha repartido por el sendero y por toda la zona de “Los Pinos”, estoy en la zona que se conoce como “El Cuadro”. Allí se ha construido una pequeña capilla -un tanto rocambolesca por cierto- finalizada en el año 1996 con la colaboración de vecinos del pueblo y con la financiación de los fieles.
En su interior se muestran las tallas de la Virgen del Carmen, Jesús, San José con el niño, el Arcángel San Miguel y una talla del padre Pío de Pietrelcina, quien se involucró en el asunto de Garabandal escribiendo una carta a las niñas en 1962 transmitiendoles un mensaje de la virgen. Más tarde en 1967 cuando Conchita viajó a Roma para reunirse con el Papa pudo conocer al Padre Pío quien falleció al año siguiente, en 1968. Tras su muerte, Conchita recibió el velo que cubrió el rostro del Padre Pío fallecido y una carta del mismo. Curiosamente, el Padre Pío murió tras ver el milagro como le pasase al padre Andreu. Para saber más sobre la relación del Padre Pío con Garabandal:
http://www.ourlady.ca/translations/Spanish/padrePioSp.htm
Frente a la capilla una placa junto a una roca nos indica que sobre esta se apareció San Miguel Arcángel.
Junto a la capilla y sobre unas placas metálicas se nos muestran los mensajes transmitidos por la Virgen junto a una enorme campana de piedra sobre la que se ha situado la imagen de la Virgen.
Dejando atrás este lugar continúo ascendiendo por el sendero recorriendo los pasos del vía-crucis que me dirigen a la zona de “Los Pinos” pudiendo observar con más claridad lo descrito anteriormente en mi incursión nocturna al lugar. Una de las grandes cruces metálicas en la zona de Los Pinos es denominada “Cruz del Amor”.
Junto a uno de los pinos secos se encuentra una extraña cruz de madera en recuerdo de una familia italiana que visitó el lugar en 2012. Detrás de estos árboles se encuentra la subida a la montaña por el camino del rosario, un camino lleno de imágenes de la vida de Jesús.
La ascensión se hace costosa, llegar a lo más alto es una dura penitencia cuya recompensa, para los más fieles puede ser estar más cerca de Dios, para los que no, las vistas son espectaculares.
Al final del camino del rosario otra de las grandes cruces metálicas nos señala el fin del recorrido. He llegado a lo alto y espero que hayan disfrutado como yo tanto de la increíble historia como de las espectaculares imágenes del lugar. Pero antes de finalizar quiero mostrar una curiosidad, que no es más que fruto de la casualidad. Desde lo alto del camino del Rosario puede verse en el pico de la montaña de enfrente como la vegetación dibuja caprichosamente unas extrañas formas.
Entre los garabatos de la vegetación es visible como parece estar formándose una cruz gigante y hasta puede distinguirse con mucha imaginación una especie de cara o calavera. Quizá la vegetación contagiada de los acontecimientos, rezos y plegarias que aquí se suceden haya decidido recrear su propia Gólgota en lo alto del monte dibujando la crucifixión. Seguramente solo se trate de una pareidolia, ¿o tal vez no?.
Texto y fotos: Juan Carlos Pasalodos Pérez
Información:
-50 lugares en los que pasar miedo – Lorenzo Fernandez Bueno.
Estudio del doctor Ricardo Puncernau:
https://realidadtrascendental.wordpress.com/2014/11/01/las-apariciones-de-san-sebastian-de-garabandal/
Videos:
http://www.tvplayvideos.com/2,ZFxAWET5QZc/edisluxmundi/Las-ni%C3%B1as-en-%C3%A9xtasis-y-en-la-vida-diaria
Webs:
http://www.garabandalparroquia.com/
http://www.virgendegarabandal.org/
http://www.garabandal.org.es/
http://www.mensagemdegarabandal.com/es/
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CategoríaMisterios
Buenas tardes
Quisiera savberr si Conchita vive aún y si hay matertial actual sobre las apariciones.por parte de ella.
Muchas gracias
Buenos días
Conchita vive en Estados Unidos, y allí sigue. En principio no hay más noticias de ella sobre este asunto.
Un saludo
Entonces a q conclusión llegas? Con todo esto que relatas, no cabe duda que es algo majestuoso y celestial. Dios si bien es amor, pero también es fuerza avasalladora, de gran magnitud, como el big bang.
Hola Alejandro. Yo expongo los sucesos y te puedo decir que tanto la historia como mis visitas a Garabandal han sido muy enriquecedoras. Para mi algo pasó en Garabandal, algo que la mayoría de las personas no tenemos capacidad para percibir. No obstante yo expongo lo acontecido y cada cual que saque sus propias conclusiones… Un saludo
Juan Carlos, y las otras 3 niñas??? es una historia fascinante, sin duda con mucho parecido a la historia de Bernardita. Un placer leerte.
Pues una creo que ya ha fallecido y las otras hacen vida normal, pero no se donde residen…