BUGARACH, La montaña del fin del mundo…

BUGARACH, La montaña del fin del mundo…

21 diciembre, 2017 0 Por Juan Carlos

Algo evocador tienen las montañas que siempre han inspirado al ser humano un sentimiento de misterio, de grandeza y de poder. Subir a lo alto de una gran montaña o simplemente de un pequeño montículo que sobresale de su entorno, ha sido una llamada a la que el ser humano no ha podido resistirse nunca desde tiempos inmemoriales. Existen a lo largo y ancho de la geografía mundial un sinfín de promontorios llenos de leyendas, de misterios, de ocultos poderes y hoy nos acercamos hasta uno de ellos. Pero antes, para ir abriendo boca, déjenme invitarles a ver como RTVE recogía la noticia sobre Bugarach como refugio del fin del mundo.

 

https://youtu.be/-9XjAy5SH5k

 

Bugarach es un pequeño pueblo y comuna francesa situada en el departamento del Aude, en la región de Languedoc-Roussillon, enclavado en las estribaciones de los pirineos orientales. Junto a este pueblo se yergue la imponente montaña del mismo nombre, Pech Bugarach, un pico de 1230 metros de alto que es la cumbre más alta de la región montañosa de las Corbieres, en el Mediodía francés.

Esta montaña es especial, y lo puedo decir a título personal ya que en abril de este año (2017) tuve la oportunidad de hacer su pico. Era una asignatura pendiente. Siempre quise subir a su cima y empaparme de sus misterios. En los últimos 6 años he viajado frecuentemente a esta zona debido a mis investigaciones sobre Rennes-le-Château, desde donde se divisa la montaña, la cual he observado  durante largos ratos dejándome seducir por su encanto. La foto que abre este artículo está tomada desde dicho pueblo en una de esas observaciones.

La montaña es especial empezando por su inusual formación geológica. El Bugarach es un volcán extinto también conocido como «la montagne inversée» (la montaña invertida) o «le bug» (el error), debido a que su parte superior es más antigua que su parte inferior. ¿Como es posible? Pues todo se debe a que su origen parte de un «cabalgamiento» de las placas tectónicas, es decir, una rotura en la corteza terrestre que se desprende del resto, de forma que las rocas de posición estratigráfica inferior, son empujadas hacia arriba, cuyo desprendimiento se sitúa sobre las propias placas quedando de forma invertida. Este hecho, confirió al Pech Bugarach una forma particular de grandes salientes rocosos, que le da un aspecto evocador, o terrorífico dirían algunos, pues hay quien dice, que cuando cae la noche y la montaña se vuelve oscura, en una de las partes de su cima, aparece el mismísimo demonio extendiendo sus grandes alas.

De ella se ha llegado a decir que emana una energía singular y poderosa; que es uno de los Chakras de la Madre Tierra; que alberga una base extraterrestre de OVNIS en su interior; que la montaña está hueca y en su interior hay un gran lago que conecta con el mediterráneo, que en su interior hay escondido un gran tesoro; que este tesoro podría ser el de los templarios; que allí se esconde el Santo Grial, la tumba de Jesús y María Magdalena o que es un vórtice que extrae su energía de las profundidades de la Tierra y la difunde a las estrellas y así un largo e.t.c…

Algo de esto debían de pensar también en la antigüedad, cuando parece ser que los druidas celtas ya utilizaron ciertos lugares de la montaña para sus rituales, aprovechando la energía telúrica que emana de ella. El poder de la montaña continuó atrayendo desde la época romana a todos aquellos que se acercaban a recibir un tratamiento en las aguas termales de la cercana población de Rennes-les-Bains, quienes no perdían la oportunidad de acercarse hasta Bugarach para beber de sus energías y completar así, un inigualable tratamiento energético natural.

No obstante, la montaña cobró fama a nivel mundial, cuando a finales del año 2011 se sugirió que su cima, sería el único lugar seguro para salvarse del fin del mundo que se suponía habían predicho los Mayas para el 21 de Diciembre del 2012. Como hemos visto, siglos atrás este promontorio rocoso ya era centro de inspiración, de leyendas y misterios, que han ido en aumento con el paso de los años. Quizá, mucha culpa de esto la tenga la región donde se encuentra, ya que por aquí anduvieron Visigodos, Merovingios, Cátaros y Templarios entre otros, grupos estos ligados ya de por sí, a innumerables leyendas y misterios. Pero vayamos por partes.

JULIO VERNE

Y es que, entre leyendas y misterios, algo debe tener el lugar cuando el propio Julio Verne ya hizo un guiño a esta montaña en una de sus obras más enigmáticas. Esta obra recoge dos historias, Cara a la Bandera y Clovis Dardentor y de ella, se dice que es un manual iniciático. En ella,  Bugarach es el capitán de un paquebote llamado Argelés. Lo más llamativo de la obra de  Verne es lo que esconde el título. Clovis Dardentor es un perfecto anagrama de L’or ardent de Clovis (el oro ardiente de Clovis).  Clodoveo I fue el rey de todos los francos del año 481 al 511.​ Fundó la primera dinastía de reyes de Francia, la dinastía merovingia y fue además, el primer rey cristiano. Por estos motivos, en su mayoría, los reyes franceses se llamaron Luis, forma moderna de “Clodoveo”. La historia atribuye a Clodoveo I la búsqueda del tesoro «Antiguo» de los visigodos ya que en el año 507 conquistó Tolouse (capital Visigoda) asedió después Carcassonne y pudo proceder después contra Rhedae (actual Rennes-le-Château). Clodoveo, no es otro en su forma francesa que Clovis. Es decir, que el título de la novela en su anagrama se refiere al oro ardiente de Clodoveo.

Pero sin duda, lo más interesante de la novela es su argumento. El capitán Bugarach porta en su barco, el Argelés, a Clovis Dardentor junto a otros pasajeros entre los que se encuentran Juan Taconnat y Marcel Lornans, dos jóvenes parisinos que pretenden hacerse herederos legítimos del señor Dardentor -ya que este no tiene descendencia- consiguiendo así toda su fortuna. Cabe destacar que Argelés es una población de la costa mediterránea francesa muy próxima a Bugarach que de alguna forma también podría estar involucrada en toda esta historia y uno no puede evitar ver cierto paralelismo con el misterio de la cercana aldea de Rennes-le-Château, donde el mito atribuye la riqueza del abbe Sauniére, al hallazgo del tesoro merovingio que supuestamente, escondió el último rey de esta estirpe, Dagoberto II, en su capital Rhedae (Rennes-le-Château). Dagoberto II solo tenía dos años cuando su padre Sigeberto III murió. Dagoberto quedó entonces a cargo de Grimoaldo, que era mayordomo de palacio, y este urdió un plan para que el heredero del trono de Austrasia fuese su hijo y no Dagoberto. La jugada le salió mal y acabó ejecutado. Pero años más tarde, como si la historia se repitiese, el mayordomo de palacio, Pipino de Heristal, urdió un nuevo plan para acabar con la vida de Dagoberto II y su hijo Sigeberto. Y lo consiguió. Dagoberto II fue asesinado el 23 de diciembre de 679 durante una cacería en el bosque de Woëvres y se desconoce el destino de su hijo Sigeberto, curiosamente apodado «El retoño Ardiente«. De este modo Pipino de Heristal se hace con el poder de Austrasia, poder que pasaría a su hijo ilegítimo Carloman I, quien daría origen a la estirpe Carolíngia de la que sería heredero su hijo Carlomagno.

En fin todo un galimatías muy resumido, que coincide de alguna forma con el argumento de la novela de Verne, en la que dos jóvenes pretenden hacerse herederos del Oro Ardiente de Clovis, o en otro término del Oro del Retoño Ardiente pero, aquí es donde viene lo bueno. Hasta los años 60 nadie relaciona la historia de Rennes-le-Château con la estirpe merovingia, hasta que Pierre Plantard, se curra unos documentos falsos y crea el mítico Priorato de Sion. Si Julio Verne y Saunière fueron contemporáneos y en su época no se había desarrollado la leyenda del tesoro merovingio en Rennes ¿Como pudo Verne escribir esta novela haciendo un claro guiño codificado a la herencia del tesoro merovingio? ¿Fue otro acierto en su faceta como visionario o tenía algún conocimiento sobre la existencia de algún tesoro perteneciente a Clodoveo I y escondido en el interior de Bugarach?

LOS AÑOS 60

Como se puede intuir, las leyendas que surgen entorno a esta montaña están directamente relacionadas con el pueblo de Rennes-le-Château y su misterio. Los años 60 marcaron el inicio de un gran peregrinaje a este pueblo y a toda la zona, donde uno de los grandes puntos de afluencia era el pico Bugarach, promovido principalmente por la evolución de la historia de esta villa.

Rennes-le-Château visto desde Bugarach.

Fue en aquellos años cuando el empresario Noël Corbu, que se quedó con la finca del cura de Rennes-le-Château, empezó a desarrollar la leyenda del tesoro escondido para atraer turistas a la zona y en concreto a su hotel situado en dicha finca. También fueron los años en los que los señores Plantard y compañía crearon el Priorato de Sión y empezaron a currarse los falsos documentos sobre la descendencia merovingia. También fueron los años en los que entra en escena el investigador y escritor Henry Lincoln, quien trabajaba cómo guionista para la cadena BBC. Lincoln rodó varios documentales que se emitieron a través de la propia cadena, dando comienzo así a una divulgación en masa sobre el misterio del pueblo, que Lincoln ya relaciona en aquel momento con Cátaros y Templarios.

Hubo otros personajes influyentes en esta historia por aquella época, cómo el escritor Gerard de Sède o el famoso Robert Charroux, pero si el lector quiere conocer más a fondo la evolución del misterio de Rennes-le-Château, le sugiero que se lea los extensos artículos dedicados a este tema que se encuentran en esta web.

Comienza así la llegada de los primeros buscadores de tesoros, quienes realizan excavaciones de forma indiscriminada dentro de la villa, provocando que el ayuntamiento prohíba, mediante decreto en el año 1965, las excavaciones dentro de la comuna de Rennes-le-Château. Este hecho obligó a los investigadores y buscadores de tesoros a centrar su atención en otros puntos de la zona y entre ellos, como no, estaba el Pech Bugarach. No obstante, la montaña ya venía llamando la atención de los New Agers que se acercaban hasta la zona, no sabemos si atraídos por el misterio de Rennes o por ser uno de los puntos de referencia dentro de los círculos ocultistas.

LOS AÑOS 90

En el año 1982 Henry Lincoln publicó junto a M. Baigent y R. Leight el  bestseller El Enigma Sagrado, libro que desarrollaba la teoría del Linaje Sagrado de Jesús y María Magdalena basándose en sus pesquisas sobre el misterio de Rennes-le-Château. Este libro provocó un peregrinaje en masa ya no solo de buscadores de tesoros, sino de creyentes y no creyentes, así como de  grupos esotéricos y ocultistas de toda índole.

Con la teoría del linaje Sagrado como telón de fondo, comenzaron a asentarse en la zona las primeras sectas neo cátaras y neo templarias y otros investigadores empezaron a publicar libros fantaseando teorías sobre el misterio de Rennes-le-Château. Otros, sin embargo, centraron sus publicaciones en el Pech Bugarach, dando comienzo también a un sin fin de teorías sobre la montaña de lo más variopintas.

Uno de estos escritores fue Jean D’Argoun, un médium francés que ya era conocido en este país por sus obras sobre esoterismo, famoso especialmente en la zona del Alto Valle del Aude. D’Argoun fue uno de los primeros en proponer la idea de que Pech Bugarach era una montaña hueca con un gran lago en su interior, que albergaba desde hace 12.000 años una gran nave extraterrestre que se pondría en marcha el día del fin del mundo, para recoger a todos aquellos iluminados que se hubiesen ganado el indulto salvándoles del cataclismo. En sus obras,  Issahâ, la Lumière qui Vient (1997), La Révélation d’Issahâ (1998),  Bugarach, la Montagne Sacrée (2001) y Révélation sur le Mont Bugarach (2006)- afirmaba mantener un continuo contacto telepático con ciertas entidades psíquicas y extraterrestres, quienes le habían revelado que en el interior de la montaña se escondía, además,  la tumba de Jesús y María Magdalena, así como el cuerpo en letargo de un tal Arkâ, que no era otro que el rey de los «Ummitas». Seguramente que todos aquellos que conozcan el caso «Ummo» estarán poniendo ahora la cara del emoticono sorprendido, pero para acabar de rematar la faena, el bueno de D’Argoun relaciono la nave que se esconde en el interior de la montaña con los antiguos Atlantes, asegurando que su interior alberga un archivo que recoge todo el conocimiento de esta antigua civilización.

Jean D’Argoun

Jean de Rignies fue un lugareño de la zona que vivía en una casa en Sougraigne a orillas del río Sals. Este personaje llegó a contar una increíble experiencia sucedida en el otoño de 1976. El camino que recorría a diario para ir a trabajar le obligaba a pasar por Bugarach. Un día, salió de trabajar y de regreso a casa, cuando pasaba junto a la montaña, se le aparecieron dos seres «de una belleza formidable» llegó a decir, que aseguraban ser «Ummitas«. Estos seres se pusieron en contacto con él para revelarle que en la zona existían dos bases extraterrestres, una bajo el Pech Bugarach y la otra, casualmente, bajo su propia casa. Tras lo sucedido, Rignies en compañía de su hijo, iniciaron una búsqueda en su finca que dio como resultado el hallazgo de un profundo pozo vertical de una profundidad inestimable. Jean tiró una piedra al fondo para intentar determinar la profundidad de aquella oquedad y al cabo de unos segundos, la piedra golpeo sobre algo que parecía metálico. Padre e hijo se apresuraron en avisar a un grupo de especialistas para que explorasen dicha oquedad pero cuando llegaron, el pozo había desaparecido. El propio Rignies sería el protagonista, en los años posteriores, de varios avistamientos OVNI así como de sucesivos contactos con extraterrestres.

Jean de Rignies

Una de las más afamadas y mediáticas escritoras, por lo menos dentro de los círculos esotéricos fue Elizabeth Van Buren (1929 – 2011), una mujer adinerada que ejercía como sensitiva psíquica. Van Buren se obsesionó, como muchos otros investigadores, por el misterio de Rennes-le-Château y acabó trasladándose a vivir a la zona hacia el año 1986. Adquirió una finca en Les Labadous, muy próxima al pueblo, en la parte baja de la colina sobre la que se encuentra Rennes, donde montó un centro espiritual llamado Arcadia Centre. Escribió varias obras relacionadas con el pueblo en discordia como The sign of the dove (1983), The Phoenix of Rennes-le-Château (1985)  The Dragon of Rennes-le-Château (1996) y una en particular con un título muy evocador para el tema que nos ocupa Refuge of The Apocalypse: Doorway Into Other Dimensions (1986) –Refugio del Apocalipsis: Entrada a otra Dimensión-.

Las teorías de Van Buren eran, si cabe, más sorprendentes que las de D’Argoun, pero las que desarrolla en este último libro, ponen su foco en el Pech Bugarach como refugio del apocalipsis. Van Buren se subió al carro de los que afirmaban que la montaña estaba hueca y que su interior albergaba una base extraterrestre, pero fue mucho más allá, ya que estaba convencida de que en esta zona del Alto Valle del Aude, la situación de ciertos lugares y aldeas se correspondía en el cielo con la situación de las constelaciones del zodiaco y algunas estrellas importantes, de forma que toda la zona constituía un lugar sagrado.

Elizabeth Van Buren

Afirmaba también, que esta zona sagrada fue elegida para albergar dos templos celestiales, uno subterráneo y otro superficial. El subterráneo se encontraría bajo el Pech Bugarach, siendo este, la base extraterrestre que ya hemos comentado y el templo superficial estaría, como el lector habrá imaginado, en Rennes-le-Château. De esta forma, el día del fin del mundo las naves saldrían de Bugarach y se dirigirían a Rennes-le-Château, para recoger a todas aquellas personas que se hubieran congregado en la aldea y en un lugar en concreto, diseñado para tal fin. Este lugar sería, ni más ni menos, que un terreno que la propia Elizabeth compro años antes situado a medio camino entre Rennes-le-Château y su centro espiritual. El terreno forma un llano y está enclavado entre la loma de la colina y la parte alta del valle del Arroyo de los Colores. Allí, Van Buren restauró un antiguo torreón del siglo XVII convirtiéndolo en una especie de capilla ritual, construyó una fuente cuadrada custodiada por cuatro leones de piedra, puso en medio de la nada una solitaria columna de piedra de estilo románico y plantó una serie de árboles en forma de flecha, indicando el lugar donde debían aterrizar las naves extraterrestres llegado el día. Van Buren bautizó a este lugar como el Refugio del Apocalipsis que dio nombre a su libro. Lo más curioso es que, tras la muerte de Elizabeth en 2011, todas estas construcciones han quedado allí abandonadas, pasando desapercibidas para la gran mayoría de los visitantes.

Torreon en el terreno que Elizabeth Van Buren convirtio en su Refugio de Apocalipsis, al fondo Rennes-le-Châteu

EL FIN DEL MUNDO DEL 2000

Con todo este caldo de cultivo estaba claro que cada vez que se profetizase una fecha para el fin del mundo, las corrientes esotéricas y los iluminados de turno pondrían su foco en la zona. La primera gran fecha para el fin del mundo fue el año 2000, una fecha muy especial pues se cambiaba de año, de siglo y de milenio a la vez, y que tuvo una gran repercusión a nivel mundial debido a su temido efecto 2000, que parecía podía afectar a aparatos electrónicos y particularmente a los programas informáticos. Se llegó a decir que se iban a borrar los datos de todas las cuentas bancarias y que incluso nos quedaríamos sin electricidad. Pero nada de eso pasó.

Respecto a la repercusión que esta fecha tuvo sobre el Pech Bugarach, Jean D’Argoun, ya insinuó en uno de sus primeros libros un fin del mundo que se produciría entre los años 1999 y el año 2004. Amparándose en sus contactos telepáticos con los extraterrestres y acorde con sus teorías, afirmaba que llegado el día, se pondría en marcha la nave que se oculta bajo Bugarach, saliendo al exterior para revelar al mundo la llegada de un nuevo mesías. Este nuevo mesías sería el tal Arkâ, «Rey de los Ummitas», aquel que descansaba junto a Jesús y María Magdalena en el interior de la montaña. En su libro se lee textualmente:

Profecía (41º logion): «En algún momento alrededor del año 2000, se establecerá un contacto con los ángeles (los extraterrestres)  para que cada ser receptivo pueda abrir su mente y su corazón a las abundantes fuentes de la verdad, de la espiritualidad, a través de cristales que mediarán entre las inteligencias cósmicas y los hombres de la tierra… » (D’Argoun: La Révélation d’Issahâ, Trédaniel, 57)

No obstante, al margen de teorías que uno puede creer o no, el final del mundo dictado para el año 2.000 trajo consigo sucesos dramáticos en torno a una secta. En el año 1984, dos hombres, el rosacruz Joseph di Mambro (1924-1994) y el homeópata neonazi Luc Jouret (1947-1994) fundaron en Ginebra (Suiza) una secta bajo el nombre de Ordre International Chevaleresque de Tradition Solaire (Orden Internacional Caballeresca de Tradición Solar) más conocida como la Orden del Templo Solar. Entre los años 1994 y 1998 cerca de 100 miembros de la secta murieron en Francia y Suiza en diferentes suicidios colectivos. Entre los fallecidos se encontraban los dos fundadores de la secta, además de 12 menores y un bebé que fue sacrificado en un ritual después de ser atravesado con una estaca. Los integrantes de la secta -o por los menos los que eran «conscientes»- asumieron su trágico destino convencidos de que tras su muerte, una nave extraterrestre les portaría hasta la estrella Sirio, salvándose del fin del mundo pronosticado para el año 2000. Las consecuencias de estos hechos marcarían posteriormente la hoja de ruta a seguir por las autoridades en torno a Bugarach, para la llegada del fin del mundo del año 2012.

Mas info Orden del Templo Solar:

https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_del_Templo_Solar

 

EL FIN DEL MUNDO DE LOS MAYAS

Si en algún momento de la historia el ser humano ha tenido en cuenta una fecha cómo la señalada para el fin del mundo, esa sin duda ha sido el 21 de diciembre de 2012. Una fecha que no pasó desapercibida para ningún ser humano del planeta. Otra cosa es que se tomara más o menos en serio, pero en principio, todo el mundo hablaba de ese día como el día del apocalipsis final. Y todo porque los Mayas habían dejado escrito en uno de sus códices, lo que sucedería al final de la llamada «Cuenta Larga» de su calendario y que los expertos calcularon para el 21 de diciembre de 2012. ¿Pero esto es realmente así?

Lectura de la Estela C en Quirigua con la fecha del inicio del 13 Baktun.

Para empezar, cabe destacar que el calendario que originó toda la controversia del fin del mundo, ni siquiera es Maya, es decir, los Mayas hicieron uso de un sistema calendárico que venían utilizando otras civilizaciones mucho más antiguas en Mesoamerica, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Para que nos hagamos una idea, el origen de la civilización Maya está datado entre el año 2.000 a.c. y 1500 a.c. y la cuenta larga que finalizó el 21 de diciembre de 2012 está compuesta de 5.125,36 años, es decir, que dicha cuenta se inició al menos 1.500 años antes de la existencia de los Mayas. Además, esta cuenta larga, es una quinta parte de otra más larga que completa lo que se conoce como Ciclo Maya, que se compone de cinco cuentas largas, es decir  25.626,8 años. Ahora bien, si la cuenta que finalizó el 21-12-2012 es la que completaba el Ciclo Maya ¿Que civilización puso en marcha este calendario en Mesoamerica hace casi 26.000 años?

Ciclo Maya compuesto por cinco Cuentas Largas.

Al igual que en el uso del calendario gregoriano actual, compuesto por días, semanas, meses, años, siglos e.t.c… el Ciclo Maya se compone de diferentes unidades de medida temporales. De esta manera, cómo ya hemos dicho, el Ciclo Maya se compone de cinco cuentas largas, cada cuenta larga se divide a la vez en 13 baktunes (equivalente a 144.000 días); cada baktún consta de 20 ciclos katun (7.200 días); cada katun se compone a su vez de 20 ciclos tun (360 días); cada tun consta de 18 ciclos uinal (20 días)  y cada uinal está dividido en 20 kin que es el equivalente a 1 día de nuestro calendario.

Con estos datos, se pudo determinar el inicio del 13 Baktun, cuya fecha quedó grabada en la cara este de la Estela C en Quirigua cómo  13 (0) baktún, 0 katun, 0 tun, 0 uinal, 0 kin, 4 Ahau y 8 Cumku. De este modo:

0.0.0.0.0 4 ahau, 8 cumkú = 11 de agosto de 3114 A. C.

Una vez establecido el inicio del 13 baktún solo fue necesario sumar los 5.125,36 año a nuestro calendario gregoriano para darnos la fecha del fin del ciclo, siendo esta el 21 de diciembre de 2012. Todo esto está muy bien pero, ¿de donde sale la idea de que al finalizar este calendario se acabaría el mundo?

Dentro de las escasas escrituras que se conservan del pueblo Maya, se encuentran por una parte los Códices Mayas, unos textos prehispánicos escritos mediante glifos, que recogen parte de la cultura y de la historia de esta civilización, aunque la gran mayoría de estos textos fueron destruidos por los conquistadores españoles. Hoy en día solo se conservan cuatro, El Códice de Dresde, el de Madrid, el de París y el de Grolier. Por otra parte tenemos los textos conocidos como Chilam Balam, unos textos proféticos escritos tras la conquista española, entre los siglos XVI y XVII, que recogen parte de la sabiduría, historia, religión, cultura y tradiciones de esta civilización. Los textos fueron escritos por personas anónimas que se dedicaron a recoger toda la información posible que quedó grabada en la memoria colectiva, para que esta no acabase perdiéndose para siempre. Es en estas obras donde se menciona lo que sucederá al final de la llamada cuenta larga,  «el dios Kukulcán volverá al final de 13º baktún».

Por otra parte, existe una inscripción enigmática que también recoge lo que sucederá al finalizar la Cuenta Larga. El Monumento 6 del sitio de Tortuguero, en Tabasco, México, es considerado por muchos, como la mayor prueba de la profecía maya que anuncia el «fin de los tiempos» para el 21 de diciembre de 2012, aunque siendo sinceros, lo que menciona realmente es la llegada de Bolon Yokte para la fecha indicada.

http://pueblosoriginarios.com/meso/maya/sitios/tortuguero_6.html

 

Visto todo esto, se puede deducir que de lo que los Mayas habían dejado constancia, es de que al final del 13 baktún de la quinta Cuenta Larga se produciría un cambio de ciclo en el que tendría lugar la llegada de un «Dios», bien fuera este Kukulkan, Bolon Yokte o cualquier otro. Esto, evidentemente hay quien lo tergiversó de forma errónea o intencionada para su propio interés, y lo convirtió en la llegada del nuevo mesías que traería consigo el día del juicio final, como se predica en otras religiones. No hay que olvidar que, a raíz de esta «mal interpretación» se puso en marcha todo un negocio de venta de libros, documentales e incluso películas de cine.

POR QUÉ BUGARACH?

Ahora bien, ¿como llegó todo esto a relacionarse con el Pech Bugarach? La respuesta la tiene un hombre llamado Jean-Pierre Delord, que no es otro que el alcalde de Bugarach. Parece ser, que en una entrevista realizada el 30 de noviembre de 2.010 ante varios medios de comunicación, el alcalde dijo sentirse alarmado por un rumor que se estaba haciendo extenso, acerca de los viajes que se estaban organizando desde varios lugares de Europa y desde los Estados unidos, para acudir a Bugarach el 21 de diciembre de 2012. Delord se vio obligado a informar al prefecto del Aude y fue el primero en decir, que había ciertos grupos esotéricos que consideraban el Pech Bugarach como único refugio frente al apocalipsis.

Jean-Pierre Delord en Bugarach el 21 de diciembre de 2012

El paso de los meses hizo que la profecía Maya se hiciera viral en todo el mundo y se empezó a desatar la locura en torno al Pech Bugarach, hasta el punto que el gobierno francés, se vio obligado a tomar cartas en el asunto. Un informe de Miviludes (Mission Interministérielle de Vigilance et de Lutte Contre les Dérives Sectaires), un organismo creado en el año 2.002 con el objetivo de vigilar la actividad de las sectas en Francia, alertaba de la posibilidad de que alguno de estos grupos estuviese planeando llevar a cabo un suicidio colectivo en lo alto de la montaña para ese día, cómo ya ocurrió años atrás con los miembros de la ya mencionada Orden del Templo Solar.

En otro informe presentado en verano de 2.011, Georges Fenech, presidente de la Miviludes, constataba la presencia en torno a Bugarach de al menos seis asentamientos de la Escuela de Iluminación Ramtha, así como la creciente evolución de grupos ocultistas en toda la región. La Escuela de Iluminación de Ramtha es una asociación cuya misión, es difundir el conocimiento de un ancestral guerrero llamado Ramtha, que parece ser habría luchado hace 35.000 años contra los habitantes de la Atlantida y que llegó a descubrir el secreto de la inmortalidad. Su líder, Vincent Sautereau, es un osteópata que ejerce en Ceret.

Hay quien insinúa, que las declaraciones que realizó en su día el alcalde refiriéndose a Bugarach como refugio del fin del mundo, fueron intencionadas con el propósito de atraer a los turistas al pueblo. Y lo cierto es que, en el año 2.010 cerca de 10.000 personas subieron hasta la cima de la montaña, una cifra que se duplicó en el año 2.011. El diario inglés The Independent, estimó en marzo de 2.012 que más de 100.000 personas planeaban  viajar a la zona ese año conforme se acercaba la fecha apocalíptica.

Así pues, viendo todo lo que se venía encima y temiendose lo peor, al delegado del gobierno galo en el departamento del Aude, Eric Freysselinard, no le quedó más remedio que tomar una drástica medida y anunció que el acceso al Pech Bugarach y a sus galerías subterráneas quedaría prohibido entre el 19 y el 23 de diciembre de 2012, así cómo  sobrevolar la montaña con cualquier tipo de aparato no autorizado. Para ello montó un dispositivo de seguridad que contó con un centenar de efectivos, entre gendarmes y personal del ejército.

Jean-Pierre Delord (izquierda) Eric Freysselinard (derecha)

Conforme se acercaba la fecha señalada, la locura colectiva en torno al refugio del fin del mundo se mostraba en todo su esplendor, con hechos que rozaban el esperpento. La señal de tráfico con el nombre del pueblo fue robada en varias ocasiones. Todo tipo de iluminados subían y bajaban por las laderas de la montaña; algunos realizaban excavaciones; otros acampaban para llevar a cabo todo tipo de rituales; túnicas blancas contrastaban con extraños rituales nudistas; gente que depositaba todo tipo de amuletos en altares improvisados en la montaña; pintadas con mensajes y dibujos extraños. La locura llegó a ser tal que se reservaban habitaciones para pasar la noche del día 21 hasta por 2.000€, por no hablar de la burbuja inmobiliaria que  hizo que multitud de inmuebles y fincas de la localidad se llegasen a vender multiplicando por 10 su valor. Pero sin duda lo más sorprendente, es que hubo quien intentó hacer el agosto vendiendo trozos de roca de la montaña por Internet, llegando a pedir por un trozo de piedra de menos de 200 gramos casi 3.000€!!!

Altar improvisado, grabados y pintadas en las rocas.

Tres días antes de la fecha del fin del mundo el pueblo fue literalmente tomado por las fuerzas de seguridad y una avalancha de medios de comunicación de todo el mundo. Un helicóptero del ejército sobrevolaba regularmente vigilando la montaña. En una rueda de prensa, Delord llegó a decir: «Estábamos acostumbrados a recibir un tipo de turismo algo esotérico atraído por las leyendas que circulan en torno a Bugarach, que deja en el monte toda clase de amuletos, objetos que el ayuntamiento se ocupa de retirar regularmente para preservar el entorno natural. Pero no podemos calcular el efecto llamada que tendrá esto, ni tenemos medios para contener la avalancha».

Y llegó el fatídico día. Aunque nadie sabía a ciencia cierta como se presentaría el fin del mundo, la expectación era máxima en el pueblo, más por las actuaciones que pudiesen llevar a cabo algunos de los iluminados que se encontraban entre los  centenares de personas que llegaron a las inmediaciones de la montaña, que por que realmente fuese a suceder algo inesperado en torno a la profecía del fin del mundo. Embudos en la cabeza, gorros de papel albal, hombrecillos verdes, buzos de color blanco, auto proclamados nuevos mesías engalanados con túnicas que se daban a todo tipo de cánticos y extraños rituales. Fue un auténtico festival de lo esperpéntico, pero la jornada transcurrió en un ambiente casi festivo.

El día llegó a su fin y nada pasó, no hubo fin del mundo y tampoco hubo que lamentar ningún hecho fuera de lo normal. ¿Que había pasado? ¿Habían fallado los Mayas en su predicción? Para empezar tendría que decir que es imposible hacer un cálculo exacto del día al que se referían los Mayas en el inicio del 13 baktún, ya que el calendario gregoriano que utilizamos hoy en día, se inició  tomando como referencia el año del nacimiento de Cristo -año que estimo Dionisio el Exiguo utilizando referencias de la Biblia- cosa que es imposible de determinar, ya que los primeros textos históricos que hacen referencia a Jesús -suponiendo que este haya sido realmente un personaje histórico- hablan de él a partir de su juventud. Por otra parte, es bien sabido que la fecha del 25 de diciembre como el día que nació Jesús, fue una fecha elegida por el emperador Constantino para sustituir la antigua fiesta del Sol Invictus -que se realizaba a partir del equinoccio de invierno- por la fiesta de Pascua. Entonces, si es casi imposible calcular el inicio del 13 baktún por las discrepancias que existen respecto al inicio del calendario actual, mucho más complicado es atinar con el día del Fin del Mundo.

Por otra parte, los Mayas simplemente señalaron un fin de ciclo y comienzo de otro, como cuando se termina el año y comienza uno nuevo y sí, supuestamente se esperaba la llegada de un dios, pero este dios lo esperaban los Mayas y esta civilización, hace muchos años que se desvaneció sin dejar rastro. Quizá, como insinúa el bueno de Erich Von Däniken, esta civilización estuvo en contacto con seres llegados del espacio y estos seres, hayan empujado a esta civilización  a embarcarse en un viaje hacia las estrellas. Entonces la llegada de este dios, tendrá lugar allá donde se encuentren y no aquí. Lo que desde luego no mencionaron los Mayas en ningún momento fue al Pech Bugarach.

BUGARACH HOY

El mismo día 21, un periodista le preguntó a Delord sobre sus declaraciones, insinuándole que si su objetivo era hacer famoso al pueblo, de alguna forma lo había conseguido. Este, muy molesto, respondió que eso era efímero, ya que en una semana nadie se acordaría de Bugarach. Sabemos que la montaña ya venía siendo un lugar de culto dentro de los círculos esotéricos, pero tras la fecha del fin del mundo, Bugarach quedó marcado en el mapa como un imprescindible para los amantes de misterios, leyendas, energías telúricas, místicos y ocultistas. Por su laderas siguen transitando personajes de todo tipo, desde aquellos que buscan un reconfortante baño de energía telúrica hasta los que realizan excavaciones en busca de tesoros o incluso  en busca de la tumba de Jesús. Por no hablar de los avistamientos OVNI que se han convertido en algo habitual ya no solo en Bugarach, sino en toda la zona.

Pero además, la fama de la montaña y su entorno natural, han generado un intenso tráfico de turistas amantes del senderismo y montañismo, pues es justo reconocer, que el Pech Bugarach ofrece varias alternativas para acceder a su cima o para hacer rutas, rodeados de un paraje inigualable adornado con los preciosos paisajes que nos regala esta montaña.

No obstante, no nos engañemos, esto no ha terminado y más pronto o más tarde volveremos a tener nuevas fechas del fin del mundo y seguramente, los próximos fines del mundo, también repercutan en mayor o menor medida sobre el Pech Bugarach. No muy lejos de aquí, en Villerouge-Thermenès, fue quemado vivo el último predicador cátaro Guillaume Bélibaste que, antes de morir, pronunció el siguiente vaticinio: «Dentro de 700 años, el laurel volverá a florecer». Aquello ocurrió en 1321, así que echen cuentas, igual próximamente tenemos otro fin del mundo…

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