Panorámico Segovia, vestigio de un sueño roto…

Panorámico Segovia, vestigio de un sueño roto…

26 diciembre, 2020 1 Por Juan Carlos

La búsqueda de lugares abandonados donde poder investigar a veces trae sorpresas inimaginables y en ocasiones, no hace falta devanarse el cerebro buscando en internet, basta con otear el paisaje cuando uno viaja en coche o en tren. Y es en esos viajes cuando, como por arte de magia, se descubren lugares desconocidos que suelen ser enclaves mucho más interesantes y llenos de sorpresas que los afamados enclaves del “misterio”. Y así me pasó con el espacio que nos ocupa. Un jueves al atardecer del año 2016 viajaba junto a un compañero desde Valladolid a Madrid por motivos de trabajo. El viaje lo hicimos en coche y yo iba de copiloto. El trayecto lo realizamos por la autovía de Segovia y 20 kilómetros después de dejar atrás a la ciudad del acueducto, me llamó poderosamente la atención un complejo formado por varias construcciones sin sentido aparente levantado sobre una finca en medio de la nada. Naves, viviendas, un extraño edificio circular rematado en forma de cúpula y… ¿Una Iglesia? 

 

La mosca se quedó detrás de mi oreja y al día siguiente, de regreso a Valladolid por la misma carretera fui atento. Al pasar por el lugar clave mi mirada en el recinto intentando fijarme en todos los detalles posibles para descubrir algo que ya había intuido, aquello estaba abandonado… Acto seguido me fije en los carteles de la autovía para intentar localizar el lugar concreto sobre el mapa y buscar información.

 

Cosas de la vida pocos meses después me tocó realizar otro viaje a Madrid por motivos de trabajo, pero en esta ocasión el viaje lo realizaba yo solo. Ocasión perfecta para no depender de nadie y poder hacer la parada que tenía en mente, por lo que me llevé la cámara de fotos con las baterías cargadas.

 

Así, en el viaje de regreso a Valladolid por la autovía de Segovia tomé el desvío número 68 hacia Otero de Herreros para coger la carretera N603 dirección Revenga. A los pocos kilómetros llegué al lugar. Accedí al recinto por una valla rota y al acercarme a las primeras construcciones me llevé el primer sobresalto. Un animal grande, negro, con dos cuernos, coño un… ¿Toro? allí, en medio de los matorrales -buen sistema de seguridad pensé, espero que no sea un toro de lidia- pegué un respingo y aceleré el paso hasta la primera construcción. El miedo es libre.  Y es que el ganado de las fincas colindantes ha hecho suyo este  lugar.

El primer edificio era una construcción alargada de dos plantas con ventanas que, por fuera, parecía un albergue o parte de un hotel. Al entrar me aguardaba la primera sorpresa, una de las muchas que me llevé ese día. Una amplia sala con una barra de bar y carteles de actuaciones, ¿una discoteca? ¿una sala de fiestas? desde luego era lo que menos me esperaba encontrar en aquel lugar.

Subí por unas escaleras a la segunda planta. Una larga terraza conectaba todas las estancias del edificio. En el interior, amplias salas o pabellones vacíos conectados entre sí por puertas y escaleras. Pero ¿que era este sitio? La confusión se acrecentó cuando, en una de las salas encontré un montón de vieja documentación. Contratos de trabajo, cuentas, facturas y… acciones de las empresas Internacional de Cosmetologia e Inmunobiologicas S. A. Mi cara era un poema, pero nada comparado con lo que me quedaba por descubrir.

Después de recorrer aquel primer edificio, me dirigí a una segunda construcción de piedra en cuyo extremo se levantaba nada menos que una Iglesia… Entré en el recinto y la parte inferior parecía estar destinada a algún tipo de establo o cuadra. Una pintura en la pared y los restos de un ritual invocaban al mismísimo Satán.

Seguidamente entré en la iglesia llena de pintadas y pude comprobar algo que ya venía sospechando. Este segundo recinto daba la impresión de no haber sido utilizado nunca y en efecto, la iglesia estaba sin rematar. Subí por una escalera metálica a lo alto del campanario desde donde puede verse toda la finca. A lo lejos, se alza la montaña conocida como “La Mujer Muerta”.

Salí de la iglesia para dirigirme al siguiente edificio cuyo interior albergaba algo que me dejaría sin palabras. Al entrar me tope con una grada llena de asientos dispuestos en semicírculo frente a una gigantesca pantalla. UN CINE!!! ¿EN SERIO??

En una mezcla entre perplejo y confuso permanecí de pie unos minutos junto a lo que quedaba de la gigantesca pantalla, sobre la que alguien había pintado con gran talento unos grandes ojos que parecían vigilar el recinto. Mi cabeza intentaba unir las piezas de un puzzle imposible.  Todo aquello no tenía sentido ¿Que tenían que ver una Empresa de Inmunobiología y Cosmética con un recinto que albergaba una sala de fiestas, pabellones, cuadras, una iglesia y un cine? Subí por las escaleras hasta la sala de proyección. El proyector, aunque parcialmente desmontado, parecía no haber sido utilizado nunca. En efecto, el contador de horas del proyector solo contaba 178. No comprendía como aquel aparato cuyo coste seguro que era elevado permanencia en este lugar y en ese estado cuando apenas se le había dado uso…

Tras hacer varias fotos salí de aquel recinto para entrar en la estructura más llamativa de todo el recinto. Una construcción circular con el techo abovedado cuyo interior acabaría por dejarme completamente atónito… El interior estaba completamente a oscuras, no había ventanas ni aberturas por las que entrase la luz y casi todo el suelo estaba lleno de estiércol. Unas barandillas puestas en paralelo atravesaban el centro de aquel recinto entre las dos puertas que se encontraban enfrentadas una con otra de forma que una hacía de entrada y otra de salida. Todo el interior de aquel edificio circular estaba rodeado de una estructura de madera elevada sobre la que se mostraban figuras realizadas con  espuma y cartón-piedra. Una noria de agua, ciervos, el Alcázar de Segovia,el acueducto… Y una serie de estrechos pasillos dispuestos en varias alturas rodeaban el recinto, conectados por escaleras metálicas a las que se accedía por un agujero en el suelo a modo de escotilla… ¿Qué era aquel lugar?

La respuesta la encontré en una segunda exploración del primer edificio. En  una sala en la que no había estado anteriormente, encontré unas cajas que contenían unos folletos publicitarios en los que podía leerse “PANORÁMICO SEGOVIA”.

Y es que todo este complejo fue construido para dar cabida al proyecto de un visionario que puso toda su ilusión -y una ingente cantidad de dinero todo hay que decirlo- para intentar hacer realidad su sueño, sueño que se quedó en agua de borrajas. 

El visionario en cuestión se llamaba Guillermo Tena Nuñez, farmacéutico y médico especialista en Toxicología que era dueño de la empresa Inmunobiologicas S.A. y propietario de la finca conocida como “La Pedrona” ubicada en el término municipal de La Losa a 20 kilómetros de Segovia, donde tenía instalado un laboratorio equino.

El poder de las grandes farmacéuticas hundió la rentabilidad de las empresas de Guillermo que se vieron abocadas al cierre.   Posteriormente, el promotor Luis Garcia Cereceda presentó un ambicioso proyecto a Guillermo Tena para construir en su finca lo que pretendía ser uno de los primeros Parques Temáticos de Castilla y León y uno de los más modernos de España. 

Tena no solo dio el visto bueno al proyecto, sino que lo convirtió en su sueño y puso toda su ilusión en llevarlo a cabo. La parcela de 16 hectáreas dispondría de un hotel-residencia, un área comercial y de restauración, un área de artesanía, una sala de proyección de 360 grados, un espacio de representación panorámico, una iglesia para oficiar bodas y comuniones y hasta una gasolinera. Todo esto consta en la memoria que firmaron en julio de 1992 los arquitectos Eleuterio Palacios, Fedeswinto Pérez, Miguel Mayor y Fernando Sastre.

El edificio del panorámico pretendía exponer a través de un gigantesco diorama la historia de Segovia, en el que estarían representados sus lugares más famosos, todo ello acompañado de un espectáculo multimedia con escenografías animadas haciendo uso de las -por entonces- más modernas tecnologías como la realidad virtual, fibra óptica, láser y sonido digital.


No obstante, el proyecto estuvo gafado desde el principio, seguramente por la mala planificación y por no haber elaborado un estudio de viabilidad del proyecto. La construcción de los diferentes edificios resultó un completo calvario. En una ocasión un vendaval derribó los paramentos verticales que iban a sujetar la cubierta de la zona comercial. El edificio del panorámico, que se construyó sobre el cauce natural de un arroyo, se inundó  a causa de una copiosa nevada, una hoguera hecha por los operarios que trabajaban en las obras desencadenó un incendio que arrasó 20 hectáreas de las fincas colindantes, por no hablar de los problemas de financiación. Para costear el proyecto se solicitó inicialmente un préstamo de 900 millones de pesetas (5,5 millones de €) a la Caja de Ahorros de Segovia, dinero que pronto se hizo insuficiente. Además, se solicitó a la Comisión de Promoción Económica de la Junta de Castilla y León una ayuda de 147 millones de pesetas, subvención que fue aceptada pero que desgraciadamente nunca llegó a hacerse efectiva.

Todos estos contratiempos, provocaron que Luis García Cereceda abandonase el proyecto dejando solo a Guillermo Tena, quien no cejó en su empeño de sacar el proyecto adelante. Así, tras una inversión de 1600 millones de pesetas (casi 10 millones de euros) en el verano del 96 se inauguró el complejo, poniendo en marcha solo la cúpula del Panorámico y la sala de cine, con la intención de ir poniendo en marcha el resto de edificios y actividades conforme se iban finalizando las obras. No obstante, en Octubre de aquel año se cerraron las puertas del Panorámico Segovia dando portazo así al sueño de Guillermo Tena que solo estuvo en funcionamiento 3 meses.


Con el paso de los años la finca y todas las instalaciones cayeron en el olvido y el abandono. Sus propietarios, Caja Segovia y una serie de empresas han intentado subastar y vender el complejo a empresas que estuvieran interesadas en retomar el proyecto o emplear las instalaciones para cualquier otro uso, no obstante, al igual que pasara con el proyecto de Tena, todas las negociaciones  que se llevaron a cabo acabarían fracasando. Así, la finca con todo lo que se construyó de aquel complejo, ha quedado muerto, paradójicamente a los pies de la montaña de La Mujer Muerta.

El descalabro del Panorámico fue muy sonado en su época, pero pocos son hoy los que se acuerdan o conocen la historia de este enclave tan peculiar. Yo lo desconocía por completo y aquí solo he pretendido narrar como en su día descubrí y me adentre en este insólito lugar. Si quereís saber más sobre la historia del lugar y ver más fotos y documentación lo podéis hacer a través de los siguientes links:

 

http://esperandoaltren.blogspot.com/2009/05/el-panoramico-de-segovia.html

 

http://esperandoaltren.blogspot.com/2009/06/el-panoramico-de-segovia-2-parte.html

 

https://www.eldiasegovia.es/noticia/z3f83500b-df82-f63a-211355db484ef4c0/la-losa-da-la-puntilla-al-panoramico

 

http://colectivocuentagotas.blogspot.com/2013/02/el-panoramico-de-segovia.html

 

http://onethingwonder.blogspot.com.es/2012/09/el-panoramico-de-segovia.html

Texto y Fotos Quaerendo: Juan Carlos Pasalodos Pérez