EL SANATORIO DE VIANA

EL SANATORIO DE VIANA

16 mayo, 2015 0 Por Juan Carlos

No todos los edificios abandonados o todas las ruinas tienen por qué poseer historias o leyendas misteriosas sobre hechos insólitos o trágicos, pero tienen un pasado que parece quedarse impregnado en su entorno. Lo cierto es que estos lugares inspiran en las personas diversos sentimientos, nostalgia, curiosidad, miedo, etc… Lugares que parecen poseer un magnetismo especial para muchas personas -entre las que me incluyo- generando un efecto llamada inevitable. Es por ello que estos lugares son elegidos por los amantes del misterio para realizar investigaciones en busca de pruebas de que existe esa otra realidad. También es cierto que estos lugares son elegidos para otro tipo de actividades y en especial para esa gente que no tiene otra cosa mejor que hacer que destrozarlo todo y llenarlo de pintadas absurdas.

El lugar que hoy nos ocupa no posee leyendas insólitas ni un trágico pasado aunque un macabro suceso tuvo lugar en el pinar que lo arropa. El sanatorio de Viana se encuentra en la localidad de Viana de Cega, a tan solo 15 kilómetros de Valladolid y entre la carretera que une esta población con el pueblo de Boecillo.

Este edificio cuyas obras se elevaron a 30 millones de las antiguas pesetas hizo la función de Sanatorio Antituberculoso hasta 1963 cuando se clausuró inexplicablemente  a los pocos años de uso, siendo los enfermos trasladados a los centros de otras provincias. No se encontró explicación para el cierre de este sanatorio puesto que tanto sus instalaciones como su ubicación, así como el elevado coste de su construcción lo hacen incomprensible, siendo este además, el único sanatorio del Patronato Nacional Antituberculoso existente en la provincia de Valladolid.

Dos años más tarde en 1965 son los vecinos y el ayuntamiento de Viana los que reclaman que se de utilidad al edificio que ya llevaba abandonado dos años y que empezaba a sufrir un estado de deterioro importante. Así lo recoge un artículo de la prensa:

Es en 1970 cuando la Diputación Provincial de Valladolid se hace cargo del edificio invirtiendo de nuevo cerca de 20 millones de pesetas para transformarlo en un centro de enseñanza y tratamiento  de menores deficientes, cuyo elevado coste de manutención hizo que solo permaneciese activo durante 3 años siendo abandonado definitivamente en 1982.

La tranquilidad y la soledad de este lugar se vio alterada en 1992 cuando el lunes 20 de Julio de ese año  se alerta de la desaparición de Leticia Lebrato una joven de 17 años de Viana de Cega. A las 21:30 horas de aquel lunes las campanas de la villa tañen insistentemente haciendo un llamamiento a todos los vecinos para organizar grupos de búsqueda. El rastreo se extendió por los pinares, por las márgenes del rio Cega y por el interior de este edificio. Se movilizaron  28 efectivos de la Guardia Civil de varios pueblos de los alrededores así como numerosos voluntarios.

El macabro hallazgo tuvo lugar el martes 22 sobre las 18:30 horas en una zona del pinar conocida como Cañada del Monte. “Cuatro dedos que salían de la tierra permiten hallar el cadáver…” Así comenzaba el titular de la noticia al día siguiente en la prensa local. El cuerpo de la joven Leticia se encontró con indicios de haber sido violada y con once puñaladas que acabaron con su vida, siete en el tórax y tres en el cuello.

El 17 de noviembre de ese año se detiene en La Coruña a Pedro Luis Gallego Fernández más conocido como “El Violador del Ascensor” por la violación y el asesinato de Leticia, atribuyéndole además otras 7 agresiones sexuales. Se da la circunstancia de que este desalmado acababa de salir de la cárcel el año anterior por los mismos delitos.

El último episodio de esta macabra historia se dio el 14 de noviembre de 2013. Pedro Luis Gallego fue condenado a 273 años de prisión pero fue puesto en libertad ese mismo día al quedar derogada la doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo.

En fin, sin querer alejarme del tema que nos ocupa, que es la historia del Sanatorio Abandonado de Viana, en la actualidad el estado del edificio es desolador. Después de más de 30 años de abandono uno puede hacerse una idea del deterioro al que ha sido sometido el edificio.

El edificio consta de cuatro plantas y un sótano, más el bajo cubierta. Cuenta con una capilla  y frente al acceso principal esta la piscina. El estado en el que se encuentra es lamentable, una muestra de la capacidad del ser humano de destrozar todo a su paso, no queda una habitación sana, se han tirado tabiques, arrancado baldosas del suelo, los techos de escayola han sido inexplicablemente derrumbados y persianas, puertas y ventanas quemadas o arrojadas fuera del edificio.

Para que nos hagamos una idea de hasta dónde ha llegado el destrozo de este lugar, hasta aquí han llegado personas dotadas de generadores y radiales cortando todas y cada una de las barandillas de los balcones para venderlo como chatarra. Todo el cableado eléctrico ha sido arrancado de las paredes lo mismo que los radiadores y las tuberías de agua. De igual forma se han troceado los ascensores y hasta una gigantesca caldera que hace años podía verse en el sótano ha sido desmantelada.

Aun así el lugar es un atractivo para los amantes del misterio y para todos aquellos que quieran vivir emociones fuertes. Caminar de noche por sus interminables y tétricos pasillos, subir al tejado y ver como anochece entre un mar de árboles quedando aislados en medio de la oscuridad o incluso leer alguno de los cuadernos de anotaciones de los niños que aquí fueron tratados (si tenemos la fortuna de encontrarlos) pueden ser algunos de los alicientes que encontremos aquí.

No faltan los grupos de jóvenes que organizan fiestas en alguna de las salas del sótano y sin duda es un buen lugar -pues la ruina y la desolación también tienen cierta belleza- para realizar buenas fotos. Esta es la crónica y las fotos de mi visita a este remoto lugar, en el que por cierto, es muy frecuente oír golpes y voces en su interior pues es fácil coincidir con otros grupos de personas que andan husmeando por el lugar. Yo no tuve la suerte de encontrarme con lo insólito pero si pude fotografiar algunos “Orbs” que hay quien dice que son almas errantes o espíritus atrapados en el lugar. Espero que disfruten de las fotos y tomen nota si son personas como yo, que sienten una irremediable atracción por estos lugares cuyo pasado quedo perdido en el tiempo.

Texto y fotos: Juan Carlos Pasalodos Pérez

Mas información: En Youtube hay gran cantidad de vídeos interesantes de grupos de investigación sobre este lugar.